El fin de semana pasado tuve la oportunidad de conocer otro estado de la geografía venezolana que aún no había tenido el gusto de conocer, les hablo del estado Táchira, un estado fronterizo que forma parte del trío de estados andinos en Venezuela con lindos paisajes rodeados por montañas y un clima muy fresco que nos permite disfrutar de una agradable estadía mientras permanecemos pisando sus suelos. Particularmente mi viaje no duró mas de 3 días, tiempo suficiente, al menos para mi, de permitirme conocer y aprovechar al máximo de este pedazo del territorio nacional. LLegué en compañía de mi hermano el Sábado a las 7 de la mañana luego de un viaje por tierra de aproximadamente 12 horas y lo primero que hicimos fue desayunar unas exquisitas Papas Rellenas en el terminal de buses de la ciudad de San Cristóbal que imagino que por la cercanía del estado Táchira con la República de Colombia, es natural que en su capital uno pueda degustar los platos típicos del vecino país como en este caso lo hicimos con las ya mencionadas Papas Rellenas que además, cabe destacar que estaban muy ricas y, con ese desayuno, continuamos con nuestro recorrido por la capital del bello estado andino y preparar el viaje que realizaríamos a Colombia el día Domingo. Antes de emprender este recorrido desde San Cristóbal hasta Cúcuta debo decir que no estaba en mis planes llegar hasta esa ciudad del territorio colombiano, primero porque mi pasaporte de venezolana esta vencido, segundo por la crítica situación con la que todos los venezolanos nos enfrentamos cuando nos toca viajar afuera del país y darnos cuenta de que nuestra moneda lamentablemente vale muy poco al cambio y tercero porque no llevaba suficiente dinero en efectivo como para llegar hasta allá, pero el poder de convencimiento de mi hermano hizo que yo cambiara de opinión y me arriesgara no sin antes averiguar bien como estaba la situación para llegar hasta Cúcuta. Lo primero que me hizo cambiar de opinión fue haber escuchado a una señora en el terminal de buses de San Cristóbal decir en una conversación que sostenía con otra señora que para ir a Cúcuta por un solo día no era necesario llevar pasaporte. Apenas escuché decir eso enseguida le pregunté a la señora si era cierto lo que estaba diciendo como para estar bien segura de lo que había escuchado y efectivamente me dijo que no era necesario llevar pasaporte porque ahora que están permitiendo a tantos venezolanos ir a esa ciudad del vecino país a comprar los alimentos, medicinas y productos que aquí escasean solo debían entregar su documento de identidad en la frontera y llenar una planilla explicando el motivo de la visita con los datos de la persona que viaja. Luego volví a preguntarle a aquella dama que conversaba con su compañera de la posibilidad de viajar a Cúcuta que cuánto dinero en Bolívares era recomendable llevar para pasar un solo día en el hermano país, entonces ella me dijo que si yo no pretendía comprar productos ni alimentos allá que llevara unos 30.000 Bs aproximadamente tan solo para gastar en taxi o en bus y para almorzar por allá. Finalmente decidí que el Domingo bien temprano en la mañana viajaríamos hasta San Antonio del Táchira, lugar en donde se unen ambos países a través de una de las fronteras mas transitadas de Latinoamérica no sin antes dirigirme a cualquier sitio en San Cristóbal en el cual me pudieran entregar dinero en efectivo por medio del cómodo sistema de Débito en los puntos de venta de la ciudad destinados para ese método y, justamente allí, muy cerca del terminal de buses mi hermano y yo nos encontramos con unos tres establecimientos en donde entregaban dinero en efectivo por medio de puntos de venta con las tarjetas de Débito para hacer lo propio cada uno, pues a el también le tocó buscar mas dinero para viajar. Al día siguiente nos despertamos a las 6 de la mañana, desayunamos en el hotel y dentro del mismo hotel nos llamaron a un taxi que nuevamente nos llevó hasta el terminal de buses y, una vez allí, tomamos la buseta con dirección a San Antonio del Táchira por un costo de 400 Bs. el pasaje por persona que luego de un trayecto por vía terrestre de 1 hora y media llegamos a la frontera. Al llegar a la frontera es impresionante mirar el sin número de personas que parecen andar en una procesión religiosa, todos en fila, dirigiéndose al hermano país, la mayoría de ellos en la búsqueda de esos alimentos, productos de higiene personal y medicamentos que escasean en Venezuela, todos caminando porque no está permitido, actualmente, el paso vehicular por esa zona. Afortunadamente para pasar al vecino país el proceso es bastante rápido a pesar de la cantidad de personas que a diario viajan para Cúcuta. Mientras estábamos realizando la cola las mismas personas que allá se encontraban nos recomendaron que en la planilla colocáramos que el motivo de nuestra visita a Colombia era por compras quizá para no complicarnos tanto explicando que íbamos de turistas probablemente porque es mas creíble la posibilidad de ir por productos que ir solo como visitantes. Una vez que entregamos la planilla pedimos un taxi hacia el centro de la ciudad que nos aceptó el pago en Bolívares y le pedimos que nos dejara específicamente en el centro comercial Ventura Plaza, el cual el día anterior yo desde mi teléfono celular había buscado en internet, tratando de ubicar los lugares mas visitados en Cúcuta. El centro comercial antes mencionado se encuentra a tan solo 10 minutos de la frontera y es un centro comercial grande, variado y muy bonito.
Al llegar al Ventura Plaza lo primero que hice fue ubicar una tienda o local de Juan Valdez Café, porque para mi es un pecado ir a Colombia y no probar un exquisito café de este lugar sin embargo, cuando llegué a la tienda lo primero que hice fue preguntar si me aceptaban el pago en Bolívares efectivos y el joven que me atendió me dijo que no, pero que si me podía aceptar el pago por medio de tarjeta de débito en Bolívares así que pedimos un par de cafés Mokachinos y un pedazo de torta, pero lamentablemente ninguna de las 2 tarjetas aceptó el pago posiblemente por algún error de sistema. Finalmente el joven me informó que en el piso de arriba había una casa de cambio y que podía realizar allí mi cambio de Bolívares a Pesos Colombianos, así que eso hicimos mi hermano y yo para luego bajar nuevamente a Juan Valdez Café y así poder disfrutar de ese rico café que tanto deseamos probar desde que pisamos suelo colombiano. Luego caminamos por el centro comercial e, incluso, entramos a un supermercado situado dentro del mismo centro comercial en el cual encontramos una gran variedad de productos, entre ellos, el alimento que no debería faltar en ningún hogar de Venezuela, les hablo de "Harina Pan" además de otros artículos que mi hermano aprovechó de comprar para traerlos a casa. Básicamente no tuvimos mucho tiempo de recorrer esta bella ciudad, tan solo visitamos el centro comercial, caminamos un rato por las calles del centro y llegamos hasta el parque Santander en donde se puede apreciar una catedral, la edificación de la alcaldía y una plaza muy frecuentada por personas del lugar. Lastimosamente nuestro tiempo era muy corto y debíamos retornar nuevamente a la frontera porque allí nos esperaba otro viaje hacia San Cristóbal de 1 hora y media mas, así que nos tocó despedirnos de Cúcuta deseando que exista una segunda vez para disfrutarla con algo mas de tiempo.
