Recorrer Venezuela por
vía terrestre se ha convertido en una de mis actividades preferidas en lo que a turismo se refiere y, más aun, si esos recorridos se hacen a través de
excursiones organizadas que incluyen el traslado desde la ciudad de origen
hasta el destino final en un cómodo bus con aire acondicionado, el hospedaje,
la comida y los recorridos a los sitios turísticos que se desean visitar por
diversas razones, una de ellas es porque mientras uno viaja en estos buses esta
evadiendo la responsabilidad de conducir un vehículo durante tantas horas y
estar muy pendiente de la vía sobre todo si no se conoce bien o nunca se ha
transitado lo cual genera mucho agotamiento no solo para uno sino para el carro
además, permite apreciar mejor los paisajes que se pueden observar a través
de la ventana mientras el bus recorre las carreteras, disfrutar de la compañía
de esa o esas personas que nos acompañan en el viaje y, como si todo eso fuera
poco, nos da la oportunidad de conocer a otras personas que se convierten
en compañeros de viaje que uno no eligió, pero que seguramente
harán más grata esta interesante actividad turística.
En mi caso ya llevo varios recorridos por Venezuela con excursiones organizadas
que por lo general me incluyen solo los traslados y el hospedaje porque normalmente
decido viajar con una persona que organiza este tipo de paseos que no incluyen
la comida, pero que por ventaja la tengo muy cerca de mi casa y no necesito
trasladarme a otra ciudad o municipio para tomar el bus que me llevará al
destino elegido sino que lo tomo cerca de mi hogar y de regreso también me deja
cerca de el, pero yo particularmente recomiendo siempre escoger paquetes
turísticos o excursiones que incluyan la comida para no tener que improvisar
con algo tan importante como lo es nuestro plan de alimentación mientras nos
encontramos fuera de casa. Esta vez me fui de viaje durante una semana al estado
Sucre a disfrutar una vez más de sus incomparables bellezas naturales, su rica
comida y la amabilidad de su gente así que le recomendé a una de mis mejores
amigas que viajara conmigo en esta excursión porque desde hacía ya algún tiempo
que no disfrutaba de su grata compañía en un viaje de tantas horas y porque
además deseaba que ella conociera las paradisíacas playas de Sucre y muchas
otras maravillas que nos esperaban en este hermoso recorrido por el oriente
venezolano. El primer día que fue un domingo llegamos a la ciudad de
Cumaná para visitar algunos de sus principales atractivos entre lo cuales se
encuentra el Castillo San Antonio de la Eminencia que yo particularmente
sugiero visitarlo en horas de la tarde y, preferiblemente, cuando ya se está
ocultando el Sol y se pueda apreciar un hermoso atardecer y una agradable vista
de la ciudad con el mar incluido debido a que esta vez por razones de
horario y organización de la excursión nos tocó visitarlo al mediodía
soportando las altas temperaturas de aquel lugar y con el cansancio de
haber viajado durante muchas horas desde Valencia hasta Cumaná. Otro de los
lugares que intentamos visitar ese día fue el Museo Gran Mariscal de Ayacucho
el cual, por ser domingo, lo abrían al público a las 2 de la tarde y no
logramos entrar porque debíamos continuar nuestro camino hacia Carúpano
ciudad en la que nos hospedaríamos. También intentamos entrar a la Casa Natal
de Andrés Eloy Blanco convertida en museo para que el visitante conozca un poco
más de la vida del célebre poeta cumanés sin embargo, la plaza ubicada al
frente de este museo se encontraba en obras de reconstrucción y por lo tanto
tampoco estaba abierta al público. Finalmente decidimos ir a almorzar al centro
comercial Marina Plaza, uno de los mas frecuentados en la capital del estado
Sucre, pero por falta de energía eléctrica la mayoría de los establecimientos
estaban cerrados. ¿Qué les puedo yo decir de todo esto? En comparación con el
año pasado que tuve la oportunidad de conocer todos los sitios que les mencioné
en Cumaná este año me decepcionó mucho la ciudad por muchas razones; un lugar
como el Castillo San Antonio de la Eminencia, por ejemplo, debería de tener al
menos, un local que funcionara como cafetín donde ofrecieran agua, jugos,
refrescos y, ¿por qué no? Algún alimento porque las temperaturas allí son muy
altas y además una gran parte del castillo hay que recorrerla a pie en subidas
así que cualquier persona que lo visite puede llegar a sufrir de un desmayo,
cansancio o debilidad y siempre es bueno en estos casos tener cerca una bebida
o comida que reponga nuestras energías para disfrutar de los atractivos del
castillo. Otra de las observaciones que debo hacer con respecto a la ciudad es
que la noté bastante descuidada comparado a lo que vi hace un año y con
respecto al centro comercial Marina Plaza que es uno de los más visitados en la
capital del estado Sucre y para mi, el más hermoso que tiene esa ciudad, el no
contar con planta eléctrica para cuando falla la electricidad definitivamente
le baja muchos puntos, pero, aun así, es un sitio encantador por su marina, su
variedad de locales comerciales y porque desde allí también se llegan a mirar
unos atardeceres preciosos. Como ese día no pudimos almorzar en el centro
comercial nos fuimos a San Antonio del Golfo en donde mi amiga Karine y yo nos
comimos un asopado que no era la gran cosa, pero tenía buen sabor para luego
pasear un rato por el malecón y fotografiar el sitio mientras esperábamos a que
los otros compañeros de la excursión terminaran de comer y montarnos nuevamente
en el bus que iba hacia Carúpano, lugar en donde nos
hospedaríamos. Finalmente llegamos al hotel Paradise situado en pleno
centro de Carúpano del cual debo confesar que aunque no es un hotel de lujo sus
habitaciones son amplias, limpias y con todas sus comodidades incluyendo nevera
y hasta microondas en algunas de ellas. Del centro de Carúpano solo puedo decir
que frente al hotel hay un centro comercial con supermercado y feria de comida incluidos, diferentes agencias de bancos con telecajeros automáticos y una muy
buena variedad de farmacias, locales comerciales de ventas de ropa y zapatos y,
panaderías entre las cuales recomiendo una de nombre Centro Chaceca en donde se
encuentran diversidad de productos, deliciosos dulces los cuales mi amiga
Karine y yo tuvimos la suerte de degustar acompañados de unos ricos cafés en
dos oportunidades y un ambiente acogedor con la mas buena de las atenciones
En el Castillo San Antonio de la Eminencia.
En San Antonio del Golfo.
El segundo
día nos dirigimos a una de las playas más paradisíacas en mi hermosa Venezuela.
Les hablo nada menos que de Playa Medina, una playa tropical con muchos
cocoteros, lindas cabañas para el hospedaje, variedad de restaurantes, aguas
tranquilas de color esmeralda y rodeada por la exótica vegetación de la
península de Paria. Definitivamente un paraíso que todo venezolano debería
visitar al menos una vez en su vida. Al llegar a Medina no podía faltar las
mejores tomas de fotos para inmortalizar la belleza del lugar, alquilar un
toldo para protegernos del Sol y a disfrutar del bello día que ahí nos
esperaba. Tan solo era mi segunda vez ahí y les confieso que ni me acordaba de
lo fría que es el agua, pero igual me sumergí hasta que ya luego ni pensé en lo
fría que estaba esa agua sino en lo afortunada que era de estar una vez más en
un sitio tan mágico como ese. Mientras permanecí con mi amiga y otros
acompañantes en el toldo que alquilamos en Medina pasó una señora muy mayor
vendiendo unas ricas conservas y una de las compañeras que compartió habitación
de hotel y de toldos en las diferentes playas que visitamos nos comentó que esa
señora era un personaje muy popular en Playa Medina y que incluso la había
visto en un programa de televisión además, la señora de las conservas nos
comentó que la habían retratado para salir en vallas publicitarias en el
aeropuerto internacional Simón Bolívar entre otros lugares de la geografía
venezolana por lo tanto, decidimos tomarnos fotos con ella y luego me puse a
buscar información acerca de esta señora en google por medio del internet del
celular y me conseguí con que la vendedora de conservas más popular que tiene
Playa Medina se llama Eulogia, pero que todos la apodan La Cachupina de Playa
Medina y que además ha sacado adelante a 11 hijos que son profesionales gracias
a sus conservas de coco. Interesante, ¿No?
En Playa
Medina.
Con la Cachupina de Playa Medina.
El tercer
día fuimos a uno de los atractivos turísticos más conocidos en el oriente de
Venezuela que es el Parque Nacional Mochima del cual les confieso que es mi
tercera visita al mismo con el habitual paseo en lancha en el que los lancheros
te seducen con la ilusión de que probablemente encontrarás delfines durante el
mismo, pero que si supuestamente no vas temprano en la mañana ya no los puedes
ver y como yo nunca he podido llegar a Mochima a esas horas tempraneras en las
que supuestamente observas a los delfines en el mar pues ha sido imposible
observar a tan preciosos animales. De Mochima solo les digo que tiene una
interesante mezcla de montaña y lindas playas con aguas de color turquesa sin
embargo, los almuerzos los encontré bastante costosos en comparación con los de
Playa Medina y las demás playas que visité en Sucre seguramente porque Mochima
es el lugar de mayor actividad turística en esa parte de la geografía
venezolana y todo allí funciona como un gran comercio. Les recomiendo la piña
colada que venden en Playa Blanca del Parque Nacional Mochima. Otra
recomendación que les hago es que si van a Mochima busquen hospedaje en Cumaná
o en el mismo pueblo de Mochima porque para nosotros que estábamos hospedados
en Carúpano se nos hizo muy largo el viaje (2 horas y media) y, como
consecuencia llegábamos muy agotados al hotel, pero si van a visitar playa
Medina o playa Puy Puy si les recomiendo hospedarse en Carúpano, en Río Caribe
o en alguna de las cabañas o posadas que se encuentran dentro de las mismas
playas.
Mochima.
Atardecer en Cumaná desde el centro comercial Marina Plaza.
La playa que
visitamos en el cuarto día situada también en la hermosa península de Paria es
una playa que, aunque ya la había oído nombrar muchas veces, no la conocía. Esa
playa se llama Puy Puy y la verdad es que quienes me la recomendaron por su
gran belleza no se equivocaron porque a pesar de tener un fuerte oleaje no es
muy profunda, tiene preciosas palmeras muy parecidas a las de playa Medina,
cuenta con un servicio de hospedaje en unas bellas cabañas de los mismos dueños
de las cabañas de Medina y un restaurante exclusivo para quienes se hospedan en
dichas cabañas y, además, es zona protectora de tortugas marinas. La playa Puy
Puy tiene una energía muy especial y la verdad es que me gustó mucho, pero
también debo hacer algunas críticas sobre esta playa como, por ejemplo, que
para comer en ella no existe mucha variedad, de hecho, algunos de los que
andábamos en la excursión caminamos hasta el final de la bahía para conseguir
otro lugar en donde almorzar un rico plato de pescado frito con arepas,
patacones y ensalada. Este lugar del cual les hablo es una humilde casa de
familia que alguien nos recomendó muy cerca de unas posadas ya que, el único
restaurante situado al lado de las cabañas solo ofrecían almuerzos para quienes
se hospedaban en las mismas. Por otra parte la vía terrestre que conduce hacia Puy
Puy no está en muy buen estado, pero si se puede transitar y realmente aunque
la vía no se encuentre en la mejor de las condiciones y la playa esté un poco
retirada bien vale la pena visitarla al menos una vez para conocerla y
disfrutarla.
En playa Puy
Puy.
El quinto
día lo empleamos para viajar nuevamente desde Carúpano hacia la ciudad de
Cumaná para llegar al terminal de ferrys en esa ciudad y embarcar en unas
lanchas que los lugareños llaman "Tapaítos" por tener un techo que
las cubre por completo y llegar a la península de Araya. El boleto para viajar
en los "Tapaítos" tiene un costo de 50 Bs. por persona adulta, los
niños y los adultos mayores tienen un precio especial, pero desconozco de
cuanto es y desde el terminal de ferrys en Cumaná hasta el muelle de Manicuare
se demora unos 15 minutos aproximadamente navegando. Luego, al llegar a
Manicuare, hay que caminar hacia una parada en donde se debe tomar una
camioneta que funciona como transporte público por un costo de 30 Bs. por
persona que traslada a los pasajeros en unos 15 minutos hacia la playa El
Castillo en donde todos los que viajamos en la excursión decidimos pasar el
día. En mi caso esta fue mi segunda vez en playa El Castillo llamada así por
tener como principal atractivo a La Real Fortaleza de Santiago de Arroyo de
Araya, mejor conocido como el castillo de Araya y se trata de un castillo en
ruinas que fue construido por los españoles para defender
las salinas de Araya de las incursiones holandesas. Se dice que el castillo de
Araya fue la primera fortaleza militar construida en Venezuela, la
verdad es que yo no lo se con exactitud, pero lo que si se es que es
una de las grandes bellezas que posee esta península de áridos paisajes y
lindas playas, entre ellas, la playa El Castillo. En esta playa se pueden
alquilar toldos que sinceramente recomiendo hacerlo porque no hay palmeras ni
alguna otra cosa que proteja de los fuertes rayos de Sol arayense y las mismas
personas que alquilan los toldos también ofrecen servicio de comida, en
especial, almuerzos que pueden incluir desde una sencilla sopa de pescado hasta un plato con tostones,
ensalada, arepas y pescado frito con bebida por precios
razonables. Como estábamos tan lejos del hotel debíamos regresar a mas tardar a
las 4 de la tarde al terminal de ferrys en Cumaná así que tuve el tiempo justo
para tomarme fotos en el Castillo, caminar en la orilla de la playa que es una
de las actividades que mas disfruto hacer cada vez que visito
una, comer y bañarme un rato en sus frías, pero relajantes aguas.
En el
castillo de Araya.
Playa El Castillo.
Las Aguas de
Moisés fue el destino que visitamos en el sexto y último día de paseos por
Sucre ya que en el séptimo día estaba programado el viaje de regreso a Valencia
desde Carúpano. Para mi este fue uno de los mejores días porque no tuvimos que
despertarnos tan temprano como en los días anteriores debido a la cercanía de
este balneario ubicado en la vía de Casanay con Carúpano. El bus salió del
hotel a las 8 de la mañana aproximadamente y al llegar a Las Aguas de Moisés
realizamos una parada para cancelar la entrada que actualmente tiene un costo
de 500 Bs. por persona para luego disfrutar de sus hermosas instalaciones que
incluyen una gran variedad de pozas de aguas mineralizadas con caídas de agua,
áreas verdes, restaurante, áreas para parrilla, un pequeño zoológico,
entre otros. Para mi era la tercera vez que visitaba el balneario así que puedo
decir que lo conseguí igual que hace 5 años cuando lo visité por primera vez y
el año pasado cuando fui nuevamente, pero con la diferencia de que en esta
oportunidad lo disfruté tanto o mas que la primera vez que estuve allí quizá
porque era el último día de mi estancia en Sucre, tal ves porque de tanto
bañarme en las frías aguas de Medina, Puy Puy, Mochima y Araya sentí que esas
pozas eran las únicas que tenían una temperatura mas tibia y por lo tanto mas
cómoda para mis gustos o, probablemente , porque mi amiga Karine quedó
fascinada con aquel lugar. Como en las anteriores ocasiones recorrimos todo el
sitio hasta llegar al final en donde hay una pequeña exhibición de animales. Mi
amiga y yo decidimos comer unas deliciosas hamburguesas de pollo que venden en
un local de pollo a la broaster dentro del balneario por un costo de 450 Bs. (la bebida se paga aparte) sin embargo, existe un restaurante para quienes desean otro tipo de comida que
aunque los precios son algo elevados dicen que la comida es buena. Finalmente
cuando ya eran las 4 de la tarde nos montamos en el bus para regresar al hotel,
preparar las maletas y regresar nuevamente a retomar nuestras actividades de
rutina en Valencia luego de haber saboreado la felicidad total recorriendo
Sucre en una semana.
En las Aguas
de Moisés.
Recorrer Venezuela por
vía terrestre se ha convertido en una de mis actividades preferidas en lo que a turismo se refiere y, más aun, si esos recorridos se hacen a través de
excursiones organizadas que incluyen el traslado desde la ciudad de origen
hasta el destino final en un cómodo bus con aire acondicionado, el hospedaje,
la comida y los recorridos a los sitios turísticos que se desean visitar por
diversas razones, una de ellas es porque mientras uno viaja en estos buses esta
evadiendo la responsabilidad de conducir un vehículo durante tantas horas y
estar muy pendiente de la vía sobre todo si no se conoce bien o nunca se ha
transitado lo cual genera mucho agotamiento no solo para uno sino para el carro
además, permite apreciar mejor los paisajes que se pueden observar a través
de la ventana mientras el bus recorre las carreteras, disfrutar de la compañía
de esa o esas personas que nos acompañan en el viaje y, como si todo eso fuera
poco, nos da la oportunidad de conocer a otras personas que se convierten
en compañeros de viaje que uno no eligió, pero que seguramente
harán más grata esta interesante actividad turística.
En mi caso ya llevo varios recorridos por Venezuela con excursiones organizadas
que por lo general me incluyen solo los traslados y el hospedaje porque normalmente
decido viajar con una persona que organiza este tipo de paseos que no incluyen
la comida, pero que por ventaja la tengo muy cerca de mi casa y no necesito
trasladarme a otra ciudad o municipio para tomar el bus que me llevará al
destino elegido sino que lo tomo cerca de mi hogar y de regreso también me deja
cerca de el, pero yo particularmente recomiendo siempre escoger paquetes
turísticos o excursiones que incluyan la comida para no tener que improvisar
con algo tan importante como lo es nuestro plan de alimentación mientras nos
encontramos fuera de casa. Esta vez me fui de viaje durante una semana al estado
Sucre a disfrutar una vez más de sus incomparables bellezas naturales, su rica
comida y la amabilidad de su gente así que le recomendé a una de mis mejores
amigas que viajara conmigo en esta excursión porque desde hacía ya algún tiempo
que no disfrutaba de su grata compañía en un viaje de tantas horas y porque
además deseaba que ella conociera las paradisíacas playas de Sucre y muchas
otras maravillas que nos esperaban en este hermoso recorrido por el oriente
venezolano. El primer día que fue un domingo llegamos a la ciudad de
Cumaná para visitar algunos de sus principales atractivos entre lo cuales se
encuentra el Castillo San Antonio de la Eminencia que yo particularmente
sugiero visitarlo en horas de la tarde y, preferiblemente, cuando ya se está
ocultando el Sol y se pueda apreciar un hermoso atardecer y una agradable vista
de la ciudad con el mar incluido debido a que esta vez por razones de
horario y organización de la excursión nos tocó visitarlo al mediodía
soportando las altas temperaturas de aquel lugar y con el cansancio de
haber viajado durante muchas horas desde Valencia hasta Cumaná. Otro de los
lugares que intentamos visitar ese día fue el Museo Gran Mariscal de Ayacucho
el cual, por ser domingo, lo abrían al público a las 2 de la tarde y no
logramos entrar porque debíamos continuar nuestro camino hacia Carúpano
ciudad en la que nos hospedaríamos. También intentamos entrar a la Casa Natal
de Andrés Eloy Blanco convertida en museo para que el visitante conozca un poco
más de la vida del célebre poeta cumanés sin embargo, la plaza ubicada al
frente de este museo se encontraba en obras de reconstrucción y por lo tanto
tampoco estaba abierta al público. Finalmente decidimos ir a almorzar al centro
comercial Marina Plaza, uno de los mas frecuentados en la capital del estado
Sucre, pero por falta de energía eléctrica la mayoría de los establecimientos
estaban cerrados. ¿Qué les puedo yo decir de todo esto? En comparación con el
año pasado que tuve la oportunidad de conocer todos los sitios que les mencioné
en Cumaná este año me decepcionó mucho la ciudad por muchas razones; un lugar
como el Castillo San Antonio de la Eminencia, por ejemplo, debería de tener al
menos, un local que funcionara como cafetín donde ofrecieran agua, jugos,
refrescos y, ¿por qué no? Algún alimento porque las temperaturas allí son muy
altas y además una gran parte del castillo hay que recorrerla a pie en subidas
así que cualquier persona que lo visite puede llegar a sufrir de un desmayo,
cansancio o debilidad y siempre es bueno en estos casos tener cerca una bebida
o comida que reponga nuestras energías para disfrutar de los atractivos del
castillo. Otra de las observaciones que debo hacer con respecto a la ciudad es
que la noté bastante descuidada comparado a lo que vi hace un año y con
respecto al centro comercial Marina Plaza que es uno de los más visitados en la
capital del estado Sucre y para mi, el más hermoso que tiene esa ciudad, el no
contar con planta eléctrica para cuando falla la electricidad definitivamente
le baja muchos puntos, pero, aun así, es un sitio encantador por su marina, su
variedad de locales comerciales y porque desde allí también se llegan a mirar
unos atardeceres preciosos. Como ese día no pudimos almorzar en el centro
comercial nos fuimos a San Antonio del Golfo en donde mi amiga Karine y yo nos
comimos un asopado que no era la gran cosa, pero tenía buen sabor para luego
pasear un rato por el malecón y fotografiar el sitio mientras esperábamos a que
los otros compañeros de la excursión terminaran de comer y montarnos nuevamente
en el bus que iba hacia Carúpano, lugar en donde nos
hospedaríamos. Finalmente llegamos al hotel Paradise situado en pleno
centro de Carúpano del cual debo confesar que aunque no es un hotel de lujo sus
habitaciones son amplias, limpias y con todas sus comodidades incluyendo nevera
y hasta microondas en algunas de ellas. Del centro de Carúpano solo puedo decir
que frente al hotel hay un centro comercial con supermercado y feria de comida incluidos, diferentes agencias de bancos con telecajeros automáticos y una muy
buena variedad de farmacias, locales comerciales de ventas de ropa y zapatos y,
panaderías entre las cuales recomiendo una de nombre Centro Chaceca en donde se
encuentran diversidad de productos, deliciosos dulces los cuales mi amiga
Karine y yo tuvimos la suerte de degustar acompañados de unos ricos cafés en
dos oportunidades y un ambiente acogedor con la mas buena de las atenciones
En el Castillo San Antonio de la Eminencia.
En San Antonio del Golfo.
El segundo
día nos dirigimos a una de las playas más paradisíacas en mi hermosa Venezuela.
Les hablo nada menos que de Playa Medina, una playa tropical con muchos
cocoteros, lindas cabañas para el hospedaje, variedad de restaurantes, aguas
tranquilas de color esmeralda y rodeada por la exótica vegetación de la
península de Paria. Definitivamente un paraíso que todo venezolano debería
visitar al menos una vez en su vida. Al llegar a Medina no podía faltar las
mejores tomas de fotos para inmortalizar la belleza del lugar, alquilar un
toldo para protegernos del Sol y a disfrutar del bello día que ahí nos
esperaba. Tan solo era mi segunda vez ahí y les confieso que ni me acordaba de
lo fría que es el agua, pero igual me sumergí hasta que ya luego ni pensé en lo
fría que estaba esa agua sino en lo afortunada que era de estar una vez más en
un sitio tan mágico como ese. Mientras permanecí con mi amiga y otros
acompañantes en el toldo que alquilamos en Medina pasó una señora muy mayor
vendiendo unas ricas conservas y una de las compañeras que compartió habitación
de hotel y de toldos en las diferentes playas que visitamos nos comentó que esa
señora era un personaje muy popular en Playa Medina y que incluso la había
visto en un programa de televisión además, la señora de las conservas nos
comentó que la habían retratado para salir en vallas publicitarias en el
aeropuerto internacional Simón Bolívar entre otros lugares de la geografía
venezolana por lo tanto, decidimos tomarnos fotos con ella y luego me puse a
buscar información acerca de esta señora en google por medio del internet del
celular y me conseguí con que la vendedora de conservas más popular que tiene
Playa Medina se llama Eulogia, pero que todos la apodan La Cachupina de Playa
Medina y que además ha sacado adelante a 11 hijos que son profesionales gracias
a sus conservas de coco. Interesante, ¿No?
En Playa
Medina.
Con la Cachupina de Playa Medina.
El tercer
día fuimos a uno de los atractivos turísticos más conocidos en el oriente de
Venezuela que es el Parque Nacional Mochima del cual les confieso que es mi
tercera visita al mismo con el habitual paseo en lancha en el que los lancheros
te seducen con la ilusión de que probablemente encontrarás delfines durante el
mismo, pero que si supuestamente no vas temprano en la mañana ya no los puedes
ver y como yo nunca he podido llegar a Mochima a esas horas tempraneras en las
que supuestamente observas a los delfines en el mar pues ha sido imposible
observar a tan preciosos animales. De Mochima solo les digo que tiene una
interesante mezcla de montaña y lindas playas con aguas de color turquesa sin
embargo, los almuerzos los encontré bastante costosos en comparación con los de
Playa Medina y las demás playas que visité en Sucre seguramente porque Mochima
es el lugar de mayor actividad turística en esa parte de la geografía
venezolana y todo allí funciona como un gran comercio. Les recomiendo la piña
colada que venden en Playa Blanca del Parque Nacional Mochima. Otra
recomendación que les hago es que si van a Mochima busquen hospedaje en Cumaná
o en el mismo pueblo de Mochima porque para nosotros que estábamos hospedados
en Carúpano se nos hizo muy largo el viaje (2 horas y media) y, como
consecuencia llegábamos muy agotados al hotel, pero si van a visitar playa
Medina o playa Puy Puy si les recomiendo hospedarse en Carúpano, en Río Caribe
o en alguna de las cabañas o posadas que se encuentran dentro de las mismas
playas.
Mochima.
Atardecer en Cumaná desde el centro comercial Marina Plaza.
La playa que
visitamos en el cuarto día situada también en la hermosa península de Paria es
una playa que, aunque ya la había oído nombrar muchas veces, no la conocía. Esa
playa se llama Puy Puy y la verdad es que quienes me la recomendaron por su
gran belleza no se equivocaron porque a pesar de tener un fuerte oleaje no es
muy profunda, tiene preciosas palmeras muy parecidas a las de playa Medina,
cuenta con un servicio de hospedaje en unas bellas cabañas de los mismos dueños
de las cabañas de Medina y un restaurante exclusivo para quienes se hospedan en
dichas cabañas y, además, es zona protectora de tortugas marinas. La playa Puy
Puy tiene una energía muy especial y la verdad es que me gustó mucho, pero
también debo hacer algunas críticas sobre esta playa como, por ejemplo, que
para comer en ella no existe mucha variedad, de hecho, algunos de los que
andábamos en la excursión caminamos hasta el final de la bahía para conseguir
otro lugar en donde almorzar un rico plato de pescado frito con arepas,
patacones y ensalada. Este lugar del cual les hablo es una humilde casa de
familia que alguien nos recomendó muy cerca de unas posadas ya que, el único
restaurante situado al lado de las cabañas solo ofrecían almuerzos para quienes
se hospedaban en las mismas. Por otra parte la vía terrestre que conduce hacia Puy
Puy no está en muy buen estado, pero si se puede transitar y realmente aunque
la vía no se encuentre en la mejor de las condiciones y la playa esté un poco
retirada bien vale la pena visitarla al menos una vez para conocerla y
disfrutarla.
En playa Puy
Puy.
El quinto
día lo empleamos para viajar nuevamente desde Carúpano hacia la ciudad de
Cumaná para llegar al terminal de ferrys en esa ciudad y embarcar en unas
lanchas que los lugareños llaman "Tapaítos" por tener un techo que
las cubre por completo y llegar a la península de Araya. El boleto para viajar
en los "Tapaítos" tiene un costo de 50 Bs. por persona adulta, los
niños y los adultos mayores tienen un precio especial, pero desconozco de
cuanto es y desde el terminal de ferrys en Cumaná hasta el muelle de Manicuare
se demora unos 15 minutos aproximadamente navegando. Luego, al llegar a
Manicuare, hay que caminar hacia una parada en donde se debe tomar una
camioneta que funciona como transporte público por un costo de 30 Bs. por
persona que traslada a los pasajeros en unos 15 minutos hacia la playa El
Castillo en donde todos los que viajamos en la excursión decidimos pasar el
día. En mi caso esta fue mi segunda vez en playa El Castillo llamada así por
tener como principal atractivo a La Real Fortaleza de Santiago de Arroyo de
Araya, mejor conocido como el castillo de Araya y se trata de un castillo en
ruinas que fue construido por los españoles para defender
las salinas de Araya de las incursiones holandesas. Se dice que el castillo de
Araya fue la primera fortaleza militar construida en Venezuela, la
verdad es que yo no lo se con exactitud, pero lo que si se es que es
una de las grandes bellezas que posee esta península de áridos paisajes y
lindas playas, entre ellas, la playa El Castillo. En esta playa se pueden
alquilar toldos que sinceramente recomiendo hacerlo porque no hay palmeras ni
alguna otra cosa que proteja de los fuertes rayos de Sol arayense y las mismas
personas que alquilan los toldos también ofrecen servicio de comida, en
especial, almuerzos que pueden incluir desde una sencilla sopa de pescado hasta un plato con tostones,
ensalada, arepas y pescado frito con bebida por precios
razonables. Como estábamos tan lejos del hotel debíamos regresar a mas tardar a
las 4 de la tarde al terminal de ferrys en Cumaná así que tuve el tiempo justo
para tomarme fotos en el Castillo, caminar en la orilla de la playa que es una
de las actividades que mas disfruto hacer cada vez que visito
una, comer y bañarme un rato en sus frías, pero relajantes aguas.
En el
castillo de Araya.
Playa El Castillo.
Las Aguas de
Moisés fue el destino que visitamos en el sexto y último día de paseos por
Sucre ya que en el séptimo día estaba programado el viaje de regreso a Valencia
desde Carúpano. Para mi este fue uno de los mejores días porque no tuvimos que
despertarnos tan temprano como en los días anteriores debido a la cercanía de
este balneario ubicado en la vía de Casanay con Carúpano. El bus salió del
hotel a las 8 de la mañana aproximadamente y al llegar a Las Aguas de Moisés
realizamos una parada para cancelar la entrada que actualmente tiene un costo
de 500 Bs. por persona para luego disfrutar de sus hermosas instalaciones que
incluyen una gran variedad de pozas de aguas mineralizadas con caídas de agua,
áreas verdes, restaurante, áreas para parrilla, un pequeño zoológico,
entre otros. Para mi era la tercera vez que visitaba el balneario así que puedo
decir que lo conseguí igual que hace 5 años cuando lo visité por primera vez y
el año pasado cuando fui nuevamente, pero con la diferencia de que en esta
oportunidad lo disfruté tanto o mas que la primera vez que estuve allí quizá
porque era el último día de mi estancia en Sucre, tal ves porque de tanto
bañarme en las frías aguas de Medina, Puy Puy, Mochima y Araya sentí que esas
pozas eran las únicas que tenían una temperatura mas tibia y por lo tanto mas
cómoda para mis gustos o, probablemente , porque mi amiga Karine quedó
fascinada con aquel lugar. Como en las anteriores ocasiones recorrimos todo el
sitio hasta llegar al final en donde hay una pequeña exhibición de animales. Mi
amiga y yo decidimos comer unas deliciosas hamburguesas de pollo que venden en
un local de pollo a la broaster dentro del balneario por un costo de 450 Bs. (la bebida se paga aparte) sin embargo, existe un restaurante para quienes desean otro tipo de comida que
aunque los precios son algo elevados dicen que la comida es buena. Finalmente
cuando ya eran las 4 de la tarde nos montamos en el bus para regresar al hotel,
preparar las maletas y regresar nuevamente a retomar nuestras actividades de
rutina en Valencia luego de haber saboreado la felicidad total recorriendo
Sucre en una semana.
En las Aguas
de Moisés.
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