Por cada año que se inicia se va incrementando un importante
número de temporadistas que hacen de la primera semana del primer mes del año
una de las de mayor movimiento turístico para venezolanos y venezolanas que
viajan tanto por la geografía nacional como por fuera de nuestras fronteras.
Uno de los destinos mas visitados en ésta temporada del año es
sin duda la playa y como en Venezuela tenemos variedades de playas para escoger
y yo ya conozco un buen número de ellas me decidí por dos playas que están
ubicadas en Ocumare de la Costa y que aún no había tenido la suerte de conocer,
les hablo de playa Catica y La Ciénaga, dos paradisíacas playas que me hicieron
tener otra opinión de Ocumare de la Costa debido a que anteriormente había
estado en Cata y en Cuyagua y no me agradaron tanto éstas playas por su fuerte
oleaje y como soy de las que prefieren playas con poco o nada de olas en ésta
oportunidad si me agrado la también llamada Costa de Oro.
El primero de enero salimos desde el estado Carabobo mi hermano
y yo a las siete de la mañana dispuestos a pasar tres relajados días en la
playa y al llegar al pueblo de Ocumare nos dirigimos primero a la posada que ya
habíamos reservado con anticipación a dejar algunas de nuestras pertenencias en
la habitación y salir al muelle de la bahía de Cata para montarnos en la lancha
que en cinco minutos nos llevaría a playa Catica por un precio de 50 Bolívares
por persona. Desde éste muelle también salen lanchas para Isla Larga en el
estado Carabobo además de otras bellas playas cercanas. La playa de Catica está
situada justo frente a la playa de Cata, es pequeña, pero tiene todas las
comodidades como servicio de restaurante, alquiler de mesas con sus cuatro
sillas y su sombrilla por un precio de 150 Bolívares y, lo mejor de todo es que
es ideal para niños por su poco oleaje además, en ella existe un monumento
ubicado en un peñón en donde los visitantes gustan de tomarse fotos, sus aguas
son cristalinas y su belleza es única.
Luego de haber pasado un relajante día en Catica retornamos mi
hermano y yo a las 3:30 de la tarde en lancha al muelle de Cata en el cual
pudimos notar que el volumen de vehículos estacionados y la cantidad de
personas en la playa de Cata había aumentado considerablemente en comparación
con la cantidad que observamos en la mañana cuando nos dirigimos a Catica y al
ver que no quedaba un solo lugar en donde ubicarse en ésta playa decidimos
volver otro día, ya que al llegar de Catica teníamos pensado permanecer un rato
en ésta, pero pensamos que ante la situación de estar incómodos allí por el
volumen de personas era mejor ocupar el resto de la tarde en otras actividades.
Llegamos a la posada, nos dimos una ducha y salimos a pasear por el pueblo
incluyendo su malecón, la verdad es que el pueblo de Ocumare en éstas
temporadas altas parece una feria de pueblo con la cantidad de personas
caminando de un lugar a otro y como en todos los pueblos costeros de Venezuela
aquí se ve de todo y su malecón no podía ser la excepción que al compararlo con
el malecón de Choroní o el de Chichiriviche que tienen el mismo movimiento de
personas en temporadas altas, éste me pareció el mas sucio y el menos atractivo
de todos, así que solo permanecimos una media hora allí y luego nos dirigimos
al restaurente posada Los Nonos ubicado en la calle Vargas, # 49 de El Playón
para comer unos deliciosos canelones con ricotta y espinaca y por supuesto
disfrutar de un ambiente mas relajado que el del malecón. Éste restaurante si
lo recomiendo con los ojos cerrados y a
pesar de que cuando llamé a su posada para reservar ya no había habitaciones
también la recomiendo por toda la información que obtuve de ella en internet.
Por ser temporada alta hay que reservar con bastante anticipación y aunque yo
comencé a buscar hotel o posada desde el 20 de noviembre del año pasado se me
hizo bastante difícil conseguir habitación porque ya en esa fecha estaban todos
los hoteles y posadas del Playón ocupados sin embargo, encontré una habitación
en una posada llamada Vírgen Del Carmen, nada lujosa, con un garaje capacitado
para estacionar un máximo de cuatro vehículos, no posee restaurante, la
habitación para dos personas muy limpia con su TV por cable, aire acondicionado
y baño por un costo de 600 Bolívares la noche y, ubicado también el El Playón a
una cuadra y media del restaurante posada Los Nonos. Además es atendida por su
propio dueño quien es una persona muy educada y amable.
Catica.
En el restaurante Los Nonos.
Al siguiente día nos levantamos a las 6 de la mañana para tomar
una lancha desde el embarcadero llamado La Boca y dirigirnos a La Ciénaga, una
preciosa bahía de aguas calmadas y muy cristalinas con servicio de
restaurantes, alquiler de toldos, alquiler de mesas, posada, entre otros,
rodeada por las bellas montañas del Parque Nacional Henri Pittier aunque debo
confesar que a pesar de que ésta playa es muy hermosa la conseguí bastante
sucia en una de las zona en donde se encuentran los manglares, tanto es así,
que mi hermano y yo primeramente decidimos ubicarnos allí, pero cuando nos
percatamos de lo sucia que estaba esa zona de la playa nos ubicamos en otra
parte mas cercana a el restaurante y a una posada cercana al mismo. Por lo
menos ahí si estaba mas aseada la playa. El costo de la lancha por persona es
de 150 Bolívares y el viaje tiene una duración de unos 15 minutos en el cual se
puede apreciar un hermoso paisaje con diferentes tonalidades de azul en el mar
y, aunque el mar es algo picado, vale la pena hacer éste paseo para llegar a la
bahía mas bella del estado Aragua.
La Ciénaga.
El último día de nuestra estancia en Ocumare de la Costa
decidimos visitar la playa mas concurrida de la Costa de Oro, les hablo por
supuesto de Cata a la cual también nos fuímos bastante temprano al igual que
los días anteriores porque ese mismo día nos regresaríamos a Valencia y como en
temporada alta la playa se pone insoportable por la cantidad de gente que la
visita, sobretodo después de las 10 de la mañana, nos quedamos solo unas dos
horas ahí para poder partir temprano a casa sin agarrar tanta cola. Una de las
cosas que mas disfruto hacer cuando voy a Cata es realizar una parada en el
mirador que está en el camino para apreciar la preciosa vista de la bahía de
Cata así que antes de llegar a ésta playa le pedí a mi hermano que se detuviera
en el mirador y poder admirar una vez mas ésta espectacular vista de la bahía.
Luego al llegar a la playa como el oleaje estaba muy fuerte yo ni siquiera me
bañé. Solo aproveché mis dos horas de permanencia ahí para sentarme relajada
frente al mar mientras mi hermano se bañaba y luego nos pusimos los dos a
caminar un rato por la misma que es una actividad que también disfrutamos mucho
hacer cuando visitamos cualquier playa que tenemos oportunidad de hacer.
Finalmente retornamos a casa algo cansados, pero felices de haber disfrutado de
un destino mas en Venezuela.
Vista de la Bahía de Cata.
Playa de Cata.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario